El sector del transporte especial es una industria que engloba todo tipo de productos, por lo que la variedad de vehículos utilizados para transportarlos es enorme. En función de nuestras necesidades, elegiremos un vehículo u otro, el que mejor se adapte a las características de nuestra empresa de logística para este producto especial.

Lo llamamos transporte especial cuando un cliente necesita enviar algo que es demasiado grande o pesado para los camiones ordinarios. Los productos especializados, por sus características únicas, necesitan vehículos adaptados a sus necesidades y permisos para circular legalmente por cualquier lugar sin infringir ninguna norma.

El Reglamento General de Transportes establece las dimensiones de un vehículo normal (16,5 metros de largo y 2,5 metros de ancho como máximo). Cada vez que un vehículo supera estas dimensiones, tiene que ser aprobado para viajar. Así se garantiza la seguridad de todos en la carretera, incluidos el conductor, la carga y los demás vehículos.

Tipos de Transportes Especiales, según mercancía

Además de los vehículos especiales para grandes envíos, hay otros tipos de vehículos diseñados para una característica concreta de un producto. Por ejemplo, hay vehículos para mercancías peligrosas, productos frescos, mercancías delicadas o mercancías refrigeradas. Es importante conocer los dos tipos principales de camiones: articulados y rígidos.

Las transportes especiales tienen una cabina de conducción y una estructura de carga que están separadas (también pueden ser más partes, como el caso de un tren HST). Los camiones de carga se dividen en dos partes: los rígidos y los articulados. Los primeros se utilizan para distancias cortas, mientras que los segundos se utilizan para cargas pesadas o grandes.

Mercancías Peligrosas

Son aquellas que pueden causar daños o suponer un riesgo para la seguridad o la salud de los conductores de los medios de transporte o para el resto de usuarios de las carreteras. Se consideran mercancías peligrosas los líquidos y materias sólidas inflamables, las sustancias tóxicas, los materiales radiactivos y los productos corrosivos.

La forma de trasladar las mercancías estará siempre identificada con las etiquetas adecuadas sobre el peligro o los daños que pueden causar en caso de accidente. De este modo, las mercancías que se encuentran en el interior del vehículo son fácilmente identificables a través de una serie de pictogramas y colores.

Este vehículo también debe tener una placa reflectante de color naranja y negro y el número que identifica a las mercancías peligrosas. Cuando envíes mercancías peligrosas, debes utilizar el transporte adecuado. Todos estos requisitos están en el ADR (Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera).

Esta normativa se actualiza cada dos años y establece las condiciones que deben seguir tanto las mercancías como los vehículos de transporte que las llevan. Así, como los propios conductores y las empresas de logística encargadas de transportarlas.

Mercancías Voluminosas

Las grandes mercancías son todas aquellas que tienen un volumen y un peso tan grande que no pueden ser transportadas por los medios habituales. El Ministerio de Fomento ha establecido las condiciones que deben cumplir estas mercancías y su transporte para que se realice con total seguridad.

El transporte especializado de este tipo de carga suele realizarse en los mencionados camiones articulados. Su cabeza tractora y la carrocería de carga están separadas para dar cabida a las mercancías voluminosas. Muchos de ellos tienen un techo extendido y una grúa integrada. El nuevo servicio de entrega promete ser más cómodo para los consumidores, que tendrán más facilidad para transportar y recibir sus productos en sus destinos.

Estos vehículos están diseñados con esta característica en mente que garantiza un viaje completamente seguro. Para reforzar esta garantía de seguridad, suelen ir acompañados y seguidos de vehículos de escolta que alertan al resto de conductores sobre la presencia de camiones de estas características en la carretera.

Transporte de Cadena de Frío

Algunas mercancías requieren condiciones especiales de refrigeración o congelación para llegar a su destino en buen estado. Es la cadena de frío, que permite conservar los productos perecederos en su punto óptimo durante el transporte. Para ello, el vehículo debe garantizar el mantenimiento de una determinada temperatura en su interior.

En función de la temperatura, el camión puede ser frigorífico (con sistema de refrigeración), isotérmico (aislamiento total), refrigerante (con una fuente de frío en el interior que se recarga desde el exterior) o calefactable (con un dispositivo de calefacción interior en caso de que la temperatura requerida sea alta).

Algunos productos, como la carne, el pescado, las frutas, las verduras y los medicamentos, deben conservarse entre 0 y 8 grados. Los productos congelados deben conservarse entre -12 y -20 grados. Esto es lo que dice el ATP (Acuerdo de Transporte Internacional de Mercancías Perecederas por Carretera).

En resumen, existen distintos tipos de transportes especiales, adaptándose a las necesidades y características de la mercancía que queramos transportar.